ARTE CHINO
El arte chino es, en general, lineal, hasta angular en sus diseños, tendente a la bidimensionalidad, de colores más restringidos que en otros países de Oriente (exceptuando a Japón), con una inclinación general a la expresión de la interioridad en sus obras. Aplicando estas características al Budismo, resultan unas esculturas más lineales y espiritualizadas que las del arte indio, de donde recibió su influencia en la expresión de la ideología budista. Otra característica del arte chino es el tomar a la naturaleza como fuente constante de inspiración. En esto, igual que en el arte japonés, el arte chino ha alcanzado cimas muy altas, sólo comparables a las conseguidas en el arte contemporáneo: no se trata sólo de pintar paisajes de la naturaleza, sino de expresar el espíritu y los estados de ánimo que se reflejan en ella. De aquí procede el valor de la sugerencia en el arte: no se dice todo, sino que se sugiere para que el espectador complete la realización artística. Finalmente, otra de las peculiaridades de la pintura china ha sido el dotar de movimiento al mismo trazo del pincel, sobre todo en la caligrafía.