Historia de la Academia
En 1 de enero de 1660 Bartolomé de Esteban Murillo, Francisco de Herrera el Mozo, Juan de Valdés Leal, Sebastián de Llanos y Valdés y otros insignes pintores y artistas fundaron en la Casa Lonja de esta ciudad una Escuela para la enseñanza de las Bellas Artes, que laboró hasta fines del siglo XVII. Las actas originales de su historia se conservan en el Archivo de esta Real Academia de Santa Isabel de Hungría.
En 1759 un grupo de artistas recogió la antorcha de la citada Escuela, comenzando con mil penalidades y penuria económica la enseñanza del Arte en sus ramas de pintura, escultura y arquitectura. Por el número creciente de alumnos, el interés de los trabajos realizados y el prestigio de los artistas docentes, obtuvo la protección regia de Carlos III, por la admirable y eficacísima gestión de Don Francisco de Bruna y Ahumada, Oidor Decano de la Audiencia, Teniente de Alcaide de los Reales Alcázares y excelso mecenas.
El Monarca toma esta Escuela bajo su protección (1771), concediéndole auxilios económicos que fueron acreciendo sucesivamente (1773 y 1775) y nombra protector al referido Bruna y Ahumada. Primeramente funcionó en el Alcázar y luego se instaló en diversos locales sevillanos. No sólo trabajaban con modelos escultóricos en vaciados de estatuas clásicas, sino incluso del natural, además de enseñanzas matemáticas.
Desde entonces tuvo carácter oficial en la enseñanza de las citadas Tres Nobles Artes, a semejanza de las de Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia, rigiéndose por los Estatutos de la de ésta última y gozó del título de Real por la protección del citado monarca Borbón.
LA REAL ACADEMIA DE NOBLES ARTES DE SANTA ISABEL (1827-1849)
El Reglamento o Plan Gubernativo para el régimen de las Escuelas de Nobles Artes del Reino (1827) modificó sustancialmente la estructura de la Real Escuela. Desde esta fecha se anhela que la Escuela aumente de rango, ascendiendo a Academia por analogía a la valenciana de San Carlos. Tras prolijo expediente, la Reina Gobernadora Doña María Cristina, en nombre de su hija la Reina Isabel II, accede a ello en 1843, y desde entonces se titula Real Academia de Nobles Artes de Santa Isabel, en atención y homenaje a la Reina. Residió en el ex convento de San Acacio.
Además de la docencia artística, la Academia se ocupaba en actividades culturales, relacionadas con sus fines, la policía artística de los monumentos y objetos de arte, etc., y en la creación del Museo de Bellas Artes de la ciudad.
LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE PRIMERA CLASE DE SEVILLA (1850)
Un Real Decreto de 31 de octubre de 1849 reorganizó todas las Academias españolas de Nobles Artes. En él se enumeraban hasta trece Academias provinciales de Bellas Artes, entre ellas la sevillana. La estructura y fines de todas ellas cambió radicalmente en la docencia y en el gobierno de las mismas.
Por Decreto de 8 de julio de 1892, las enseñanzas artísticas de la Escuela hispalense pasó a depender del Rectorado de la Universidad, en buena relación con la Academia, intensificando ésta sus tareas culturales y de policía artística, urbanismo, museística, de exposiciones retrospectivas y actuales, etc. Esta se estableció en el edificio de los Mercedarios Calzados.
LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SANTA ISABEL DE HUNGRIA
A petición del pintor Don Virgilio Mattoni (1896), reiterado por éste y por Don José Sebastian Bandaran (1921), se pide que la Academia se titule de Santa Isabel de Hungría, siempre en atención a la Santa Titular de la Reina Isabel II.
La Corporación se rigió por el Reglamento de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; por Orden de 3 de diciembre de 1942 le fue aprobado un nuevo Reglamento, que estuvo vigente hasta el 16 de diciembre de 1980, en el que el Ministerio de Universidades e Investigación aprobó unos nuevos.
Al transferirse las Academias a la jurisdicción de la Junta de Andalucía, pasó a depender de la Dirección General de Universidades e Investigación de la Consejería de Educación y Ciencia, así como quedó integrada, desde la creación del mismo, en el Instituto de Academias andaluzas. Actualmente se rigen por el Reglamento aprobado por Orden de 6 de marzo de 2001 (BOJA nº 37 de 29 de marzo de 2001).
La Academia reside en la Casa-Palacio de los Pinelo (Calle Abades, 14) y se compone de 40 Numerarios, que integran las Secciones de Arquitectura, Escultura, Pintura, Música, Arqueología, Artes Suntuarias y Artes Escénicas y Audiovisuales.
S. M. la Reina, Dª Sofía de Grecia, al igual que el Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, ocupan plaza de Académicos de Honor Extraordinarios.
Igualmente existen doce plaza de Académicos de Honor Numerarios, de las cuales están cubiertas siete. Por último tiene un número ilimitado de Académicos Correspondientes que en la actualidad son 218 nacionles y 45 extranjeros.
La Real Academia se honra considerándose heredera de la Escuela de Murillo de 1660, con todas las vicisitudes reseñadas en los párrafos anteriores.